sábado, 2 de junio de 2012

AMIGOS Y ENEMIGOS DE LAS DIETAS


AMIGOS Y ENEMIGOS DE LAS DIETAS

Hacer  dieta para adelgazar no es fácil, pero podemos hacer menos doloroso el proceso si sabemos en qué apoyarnos. Por otra parte, también es interesante que conozcas bien todos esos elementos que pueden hacer más difícil el proceso. Por esta razón es muy bueno que sepas, quienes son tus amigos y tus enemigos a la hora de hacer dieta.
AMIGOS
- La fibra: no sólo regula tu tránsito intestinal sino que produce sensación de saciedad porque ralentiza la digestión y absorbe el agua, expandiendo el estómago y haciéndote creer que estás llena. Intenta cambiar todos tus alimentos refinados por integrales para aumentar la cantidad de fibra en tu dieta: pan, pasta, cereales, harina.
- Dormir bien: se ha demostrado científicamente que no dormir favorece el aumento de peso. Con la falta de sueño, el cuerpo produce más cantidad de una hormona que nos hace sentir hambre, a la vez que reduce la producción de la que aumenta la sensación de saciedad. Además, dormir las horas adecuadas (8 al día para un adulto)
- Haz la dieta acompañada: búscate aliados de verdad, físicos, que compartan tu misma dieta para que se  apoyen  mutuamente. Puede ser tu mama, tu hermana, tu pareja, tu compañero de trabajo... Alguien con quien compartir experiencias, buenos y malos momentos, consejos
- Variedad en los alimentos: puedes hacer una dieta sana y baja en calorías sin que necesariamente sea aburrida. Dentro de las pautas que tenga tu régimen, intenta sustituir unos alimentos por otros siempre que puedas, busca una buena tabla de equivalencias para saber qué cambiar por qué.
- El agua: dos litros al día como mínimo en vez de refrescos azucarados y bebidas artificiales. Aquello de que hay que comer sin agua porque ?engorda' durante las comidas es un mito; no tiene calorías, sabor ni color, algo que le sucede sola o acompañada de alimentos. Bebe todo el agua que te pida el cuerpo, puede ser perfectamente del grifo, y te ayudará a eliminar las toxinas sobrantes y, de paso, a mantener tu piel debidamente hidratada.

ENEMIGOS
- El hambre: de nada te servirá que te mates de hambre. De hecho, el 50% del peso perdido viene del tejido muscular, no de la grasa; Cada kilo de peso quema alrededor de 50 calorías al día; si pasas hambre, ralentizarás el metabolismo por lo que quemarás menos.
- La ansiedad: si reduces la cantidad de alimentos e incluso suprimes algunos, es normal que sientas ansiedad entre comidas. Busca trucos para picar entre horas que te permitan realizar un picoteo sano y bajo en calorías.
- Las bebidas azucaradas, el alcohol, la comida chatarra ¿hace falta que te expliquemos por qué algunos alimentos son innecesarios? Son azúcares innecesarios que se transforman en una cantidad de calorías que tu cuerpo tardará muchísimo en quemar.
- La Pesa: no te obsesiones con pesarte cada día que hagas el régimen. Hazlo una vez a la semana para ver resultados más globales, o te desesperarás viendo que de un día para otro apenas hay cambios (o ninguno) en tu peso.
- La vida sedentaria: si pensabas que sólo cambiando tu alimentación  ibas a bajar  de peso, estabas muy equivocada. Siempre es bueno contar con una rutina de ejercicios diarios, sin extenuarte. 30 minutos diarios de caminata o baile entretenido serán ideales para ayudarte a perder peso más rápido y en forma saludable.

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